Esta ha sido una semana muy extraña, me sentía... espiritual.
Todo comenzó hace dos sábados. Era una bonita tarde primaveral, los pájaros cantaban, las nubes reflejaban los rayos del sol hacia nuestra piel para calentarla, y en esto que ibamos andando cuando me di cuenta de que nos dirigíamos directamente a la antigua judería de la ciudad. Así, sin más. Nunca suelo pasear por esa zona de la ciudad, está alejada de mi barrio y no hay mucho que ver, pero allí estábamos, paseando tranquilamente.
El lunes siguiente, mientras subía a clase un cartel me llamó la atención: ¡Mor Karbasi en concierto! No tenía ni idea de quien era, ni que cantaba ni nada, pero ahí estaba yo, apuntando la fecha del concierto para ir a verla. En efecto, Mor Karbasi es israelí y canta en ladino, entre otros.
Llega el viernes, echan Navy en La Sexta. Mientras la veo, encuentro a Ziva más atractiva que nunca. Si, ya se que la actriz que la interpreta no es judía, pero el personaje manda y deprava nuestras mentes...
Empiezo a inquietarme, la voz de Mor Karbasi me lleva a un estado de ensoñación mental medieval de alegres judías correteando por las calles del Al-Andalus.
Llega el viernes, ahí está Ziva.... ahhh Ziva...
Sabbath, digooo... Sábado
La noche temática trata sobre el ejército... ¡Israelí! ¡Por el rey David, que es esto! Apago la televisión y un escalofrío recorre mi cuerpo... temo irme a dormir y que alguien me corte el pellejillo de mi descomunal pene.
Domingo
La prueba definitiva. Me levanto, enciendo mi ordenador, voy a mirar mi correo a Google y... ¡hostia! ¡Google ads me saluda con un anuncio en hebreo! Maldita sea, ¿no se supone que son anuncios personalizados? ¿Por qué en hebreo?
Voy a tomarme una Nesher malt para recuperar energías. Sigo con mi investigación. Os mantendré informados.
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