viernes, marzo 28, 2008

Toda la verdad sobre el desodorante.

No soy muy dado a las habladurías. Pero como buen internauta y ser humano debo sacar a la luz ciertos casos que pueden poner en peligro la salud de las personas humanas.

Durante años, se nos viene atosigando desde la televisión con publicidad abusiva para el uso compulsivo un objeto aparentemente inocuo: el desodorante.

A base de conceptos erroneos de sanidad pública e higiene, este invento, posiblemente soviético, se ha introducido en todos nuestros hogares, haciendo flaco flavor a nuestra esperanza de vida.

Diversos estudios científicos, de laboratorios independientes demuestran ciertas pautas en personas que utilizan aiduamente desodorante: cambios de personalidad, picores, cambios de pigmentación, esterilidad y muerte súbita. Por supuesto, los peces gordos de la NASA, el CESID, el DEBIAN y demás organizaciones estatales a sueldo de las oligarquías químicas lo niegan una y otra vez.

Por desgracia para estas compañías, no hace mucho salió a la luz el caso de un desodorante que causaba esterilidad al usuario, por supuesto, se tomo la noticia a risa y se pasó página. Desde el Odeón de Protion queremos recuperar parte de esta noticia:
Inger Cederberg, investigadora de renombre y portavoz de la Inspección General de Productos Químicos de Suecia (Kemikalieinspektionen), anunció que este departamento, cuyo cometido es controlar la calidad de los artículos a la venta, a fín de preservar la salud de los ciudadanos, había descubierto en los análisis efectuados al desodorante ciertos ingredientes que, además de estar prohibidos en la Unión Europea, son «altamente perjudiciales»: «El desodorante Instinct contiene DEHP, substancia prohibida por su acción nociva. Si nos la encontráramos en un envase cualquiera debería llevar, por la ley, la calavera de veneno».
Y esta es solo una de las atrocidades con las que tenemos que vivir día a día sin que nadie ponga coto.

Porque hay cosas peores que no suelen salir a la luz o quedan ocultas bajo el puño de hierro del euro o del dolar

Otro caso que también me ha llamado la atención es este:
El Dr. Ensfeiberg, en la década de los 50, escribía esto en un informe realizado para el ministerio de sanidad de la extinta RDA: «si conseguimos que el enemigo capitalista, paranoico consumista, se piense constantemente que su olor corporal es nauseabundo, conseguiremos ventaja moral sobre ellos, y no solo eso, sino que podremos introducir productos hormonados y de ciertos compuestos químicos dañinos por naturaleza. Por desgracia para el capitalista, éste siempre antepondrá su salud a sufrir acoso social por un problema, una enfermedad, creado por los propios medios de consumo.»
Las conclusiones son claras: se nos oculta información química de un producto de uso habitual, no solo habitual, sino de uso obligatorio por el ámbito social que nos rodea. Si ocurre esto con el desodorante, ¿Qué otras cosas se nos ocultan en los jabones, champues y demás objetos de aseo? ¿Es el bidet realmente útil o solo un aparato para analizar por laser la calidad de los genitales de los ciudadanos?

Las preguntas siguen en el aire, junto con las respuestas.

Fuentes:

Desodorante de Beckham
Ingenieria sovietica mortal
Los peligros del jabón

1 comentario:

SDAN187 dijo...

Pobre Beckham, aunque decían que él no sudaba, por lo cual no necesitaba usar desodorante... :P