martes, enero 09, 2007

Pupipi y el niño ñoño (Redifusión).

Hace mucho tiempo, en un lugar lejano e inhospito, lleno de arboles frutales y de ríos de chocolate, vivía un lechoncillo llamado Pupipi. Pupipi no tenía dueño, así que vagó y vagó en busca de alguien que lo quisiera mucho mucho. Pero por desgracia todos los hogares le cerraban sus puertas debido a su olor corporal. Angustiado y sediento de amor, Pupipi lloró desconsolado sentado bajo la sombra de un sauce. Este le preguntó:

-Puto cerdo asqueroso, que tu madre y tu padre te parieron en un inmundo cenagal, ¿que haces arrastrando tus asquerosas pezuñas por mi arbol?
El cerdito, asustado por el tono de voz poco educado del frondoso árbol, contesto con voz timida:
-Busco amor y a quien ser leal y fiel.
Agitando violentamente las ramas, el arbol empezo a sacudir latigazos al pobre Pupipi a la vez que le esputaba:

-¡Largo malabestia! ¡Largo antes de que me levante y pruebes mi ira, pues no quiero cerdos afeminados que ocupen mi sombra cuando un ciervo o un toro podrian cobijarse mejor siendo más nobles y no tan asquerosos como tu!
Corriendo como lechoncillo ardiendo, se tiro al río (este era de agua fresca) a calmar el dolor de sus heridas con la mala suerte de que tropezó con un salmón que a su vez tropezó con un calamar que a su vez tropezó con una cabra. Molestos todos con el cerdito le echaron a patadas del lecho fluvial.
Pupipu ya pensaba en suicidarse cuando en de repente ante sus ojos aparecio un niño que tenia una cara de niño feliz. Ademas, para su suerte, el niño portaba un letrero que decia: "Niño feliz". Sin pensarselo ocho veces, nuestro entrañable cerdito se presento ante el y le lamio los zapatos. Ante tal gesto, el niño empezo a darle patadas en la cabeza y a morderle los ojos. Cuando todos los animales vieron le agredir al pobre cerdito, corrieron a ayudar al niño a matar al lechón. Y Pupipu lloraba y lloraba de dolor, hasta que del cielo aparecio una luz que convirtio a Pupipu en un cisne, pero no un cisne cualquiera sino en un cisne la hostiachupi, y con sus plumas cortantes decapitó a todos los animalitos congregados y con su terrible pico absorbio la estructura interna al niño e hizo con su piel un muñeco trapo. Y asi, por fin Pupipi pudo ser feliz, con un nuevo amiguito que olia igual que él.

-Fin-

2 comentarios:

IvI dijo...

Ahora estoy más tranquila que conozco la historia del Pupipi al que le doy manzanitas y lo salpico!!!
Cómo estás, Protion, feliz año!

PD: La onda castrense no te va, me gustaba más la foto de la fiesta:)

Besos.

Protion9 dijo...

¡Cuanto tiempo! Pense que habías abandonado estos lares. Feliz año a ti también.

Qué pena que no te guste el teniente Burguermeister, porque de momento quedan dos capítulos más, jajajaja. Mujer, si en el fondo es buena persona.... ;)

¡Un saludo!