Acudía la mocica todo el día al pajar,
lleva rico heno amarillo,
todo el día, sin parar.
Sin descanso y sin fortuna,
sin otra cosa en que pensar,
que el invierno llega tosco,
y el ganado ha de almorzar.
Día y día va cantando,
como me van a enamorar,
si en este triste establo
solo hay paja a empaquetar.
Hasta que un cierto día,
amontonando el henar,
su mozo fornido,
allí corriendo fue a parar.
Vi o a la moza agachada,
venga y venga a llorar,
y el mozo entusiasmado,
comenzola lindamente a engatusar.
Así que entre tantas pajas,
se empezaron a revolcar.
Y así recordad bienamados,
que si en un rincon hay que follar,
que no sean subestimados:
¡Aprovechad un buen pajar!
1 comentario:
Jaja...que bueno, que cosas se te ocurren. Pues yo ya llevo cuatro páginas abiertas, ¿te lo puedes creer? ahora hay que rellenarlas que es lo peor. Si se me diera la mitad de bien que a ti...Con la de cosas que tengo que hacer y me dedico a esto, ya me vale. Un besote!!
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