miércoles, junio 21, 2006

La terrible, terrible historia de Anafrutasio

De todas las historias que han llegado a mis oidos hasta ahora, la de Anafrutasio es quizás con creces una de las que más me han impactado. Pasión, melancolía, dolor y amor se juntan en este relato que os voy a contar.

Anafrutasio era una niña de unos dieciseis años. Posiblemente era la niña más feliz del mundo. Tenía amiguitos, mascotas y unos padres encantadores y ricos. En el instituto era la más popular y todos los chicos y chicas querían copular con ella. Y aquí estaba el problema. Debido a su extremada belleza y hermosura, sus compañeras se habían pasado al lesbianismo y era imposible ligar. Los padres de éstas, aterrorizados porque veían que se quedaban sin nietos, urdieron temibles planes contra nuestra amiguita.

Una noche oscura y siniestra, la Asociación de padres y alumnos se reunió en el granero olvidado y en secreto planificaron su terrible, terrible venganza.

La noche siguiente, a la luz de la luna nueva, se dirigieron raudos y veloces a por Anafrutasio. Sin que Frosklis, el perro de la niña se diera cuenta, entraron en su habitación y sacaron un bote. En el se encontraba un ejemplar de gusano de las barruecas. Dicho ejemplar tenía un modo de operar que haría vomitar hasta al mismísimo Barrabas: se arrastraba hasta los genitales de la victima y se acoplaba a ellos, de tal forma que a los pocos días, producia unos picores insoportables que te obligaban a rascarte compulsivamente. Es entonces cuando el gusano se siente atacado y va creando piel, hasta que al cabo de un mes a la victima le crecia un segundo pene o un primer pene, dependiendo del sexo.

Pero algo no salió tal y como estaba previsto, y cual quisquilla saltadora, el gusano salto del bote y ataco al padre de Timmy. Y no solo eso, sino que del frasco empezaron a saltar más y más gusanitos. El estruendo de los gritos desperto a toda la casa y el padre empezó a apalear a todos los que pudo hasta expulsarles de su hogar.

Por suerte, desde esa noche todo cambió. Anafrutasio pudo por fin mantener relaciones con todos sus amiguitos y no volvió a ser molestada. Además, la tasa de natalidad se disparó, ya que aquel pequeño pueblecito se convirtió en el mayor prostíbulo de América al poder muchos de sus habitantes dar placer a más de seis personas a la vez.

-Fin-

4 comentarios:

SDAN187 dijo...

Jajajajajaja

Me he divertido mucho con el relato, enhorabuena.

:-D

Anónimo dijo...

Es el cuento más horroroso con el que jamás me haya reído tanto. Te dejo recuperar uno o dos protiones ;-)

Protion9 dijo...

Jajajajaj

Gracias por los comentarios.

De todas formas yo que intento escribir cosas medianamente interesantes y cuando más visitas tengo es cuando escribo cosas curiosas ¡No quiero volverme comercial, que me estaba rehabilitando, jajaja!

Saludos

Anónimo dijo...

Te hicimos un par de comentarios, nadie habló de montarte una editorial. Así que, por la comercialidad, tú tranquilo... Lo de ser un autor maldito o "póstumo", tampoco está mal ¿Lo has considerado?
jajajaj
(Supongo que ya conoces mi sentido del humor)
Me encantas!!
Un bico grande