Osu! Tatakae! Christ!

No me gusta hacer reseñas de videojuegos en el blog, pero llevo tres semanas jugando con él y estoy enganchadisimo.

Según la web de los creadores del juego:

"This is not the typical story of a man. No, it isn't. This is the story of God. But not a god of peace or destruction. This is a story of your God".

Básicamente nos pone en la piel de Jesucristo en el año 1 de nuestra época. Podemos decir que el juego se divide en dos partes: la infancia de Jesús, con un planteamiento totalmente lineal y la vida de Cristo (Jesus adulto), donde empieza la diversión.

En la primera parte iremos aprendiendo nuevas habilidades gracias a nuestro rabino, Ezequielías de Galilea, que nos mostrará como hacer uso de pequeños milagros y habilidades físicas para triunfar en una Palestina bajo la bota opresora de los romanos. Como decía antes, esta parte del juego es lineal, las misiones nos las va dando nuestro maestro y quitando algún que otro minijuego, no tienen mayor interes que el de hacerse con el control del personaje y meternos en
la historia.

La segunda parte es la buena. Esta vez nos ponemos en la piel de Jesús adulto. Un Jesús más ambicioso y más maduro que no se siente cómodo con la situación actual de su tierra. Aquí la libertad de acción es total. Durante el juego, diferentes personajes nos propondrán diversas misiones: desde curar ancianos por solidaridad hasta cobrarles por servicios de sanación. Al igual que en Fable, nuestro personaje y la historia que le rodea irá cambiando a raiz de las decisiones que tomemos. Y con ellos nuestros poderes.

He de decir que es un juego no apto para menores. Hay escenas muy crudas. Los desarrolladores han querido plasmar con gran detalle aquella época y no dudan en incluir escenas que te ponen los pelos de punta. Mientras que Cristo bondadoso puede evitar ciertas desgracias a la vez que desarrolla sus poderes, Cristo perverso da lugar a situaciones altamente violentas. Del frente pacífico por la llegada de Dios a la tierra al sindicato del crimen que no duda en hacer condenar a la mujer de un enemigo a lapidación con tal de hacerse con sus negocios.

Sin duda creo que este juego será el más vendido estas vacaciones. No ya solo por sus impresionantes gráficos con el motor Unreal III, sino por las infinitas capacidades de personalización del protagonista y la gran libertad de acción que nos ofrece. En un mercado plagado de clones de GTA, Osu! Tatakae! Christ!, sobresale y roza con los dedos la experiencia jugable del título de Rockstar.

Seguid atentos.