Breve comentario en el X-presate de Celtiberia.net. A cargo del druida Ego
“EVO MORALES.- Parte de nuestro proyecto de refundación de Bolivia es crear las condiciones para que los compatriotas que migraron puedan retornar a su país. Quienes se fueron lo hicieron porque parecía que no cabían en este país destruido por el neoliberalismo, que generó un masivo exilio económico y social; queremos que se incorporen a este proyecto de construcción de una nueva Bolivia que pueda contener a todos sus habitantes. Aspiramos a que, con el Plan Nacional de Desarrollo que estamos elaborando, que incluye la mecanización del agro y el apoyo a las comunidades, nuestros hermanos encuentren en Bolivia lo que buscaban y no encontraron en el extranjero. La Bolivia olvidada por el colonialismo y el neoliberalismo, los microempresarios, los comunarios, los artesanos, serán la prioridad del nuevo modelo económico que estamos implementando. Pero es un proceso, no se reconstruye un país de la noche a la mañana. Hay que cambiar las políticas económicas y recuperar e industrializar nuestros recursos naturales. Para mí los recursos naturales siguen siendo la esperanza para el pueblo boliviano.”(1)
Solución de la que gobiernos, como los europeos y demás grupos de poder, no quieren ni oír hablar.
Los primeros, los gobiernos, por la sencilla razón de que, como defensores del neo-liberalismo genocida de la globalización, es más rápido y barato traer mano de obra de allende los mares, de las viejas colonias, que fomentar la natalidad de sus gobernados o mejorar las condiciones de trabajo en los que esos inmigrantes vienen a romperse los dientes (si no, algo peor).
Los otros, los peores, los que viven de la miseria de los inmigrantes: Las ONG´s, La Iglesia, Fundaciones, etc. Esas cucarachas que se nutren del drama que es la inmigración.
La integración es imposible en un sistema liberal, como la solidaridad y demás convenciones antinaturales. ¿Por qué?. Porque dependen de algo tan inhumano como es la economía.
Mientras la masa está feliz es fácilmente influenciable. Rápidamente se vuelve solidaria, alegre, multicultural, integradora y demás falacias de la globalización... en vano. Las diferencias existen, lo natural es diverso. Pero cuando se le ven las orejas al lobooo... Cuando el humano siente inseguridad, es capaz de vender hasta su más preciado bien: la libertad, por no hablar de la del otro..
Mientras las cosas marchan bien, hay franceses, cuando las cosas se tuercen surgen la tercera generación de inmigrantes de distinto grupo étnico-cultural. La diferencia existe y la integración es un espejismo, eso si, barato y bien sonante. La felicidad es tan buena que convierte al trabajador en un burgués capaz de votar a partidos de derechas e incluso de darle la mayoría absoluta.
Mientras las cosas van bien, todo el mundo olvida lo que es. Cuando las cosas van mal, surgen las diferencias que la convención no puede ocultar. El trabajador vuelve a estar en paro o a cobrar una miseria, el francés vuelve a ser lo que era, un inmigrante. Porque esa felicidad utópica que muestra el sistema la ha creado el mismo, para su protección y cuando el sistema tiembla, no pude mantener el espejismo. Por los agujeros se escapa el aire. Cuando la riqueza a repartir es escasa “tu” no eres más que un inmigrante y “tu” no eres más que un obrero.
El futuro está en el reconocimiento de la diversidad y el derecho a la identidad, no en el genocidio de la globalización. El futuro está en el RESPETO a esa diferencia. No en tergiversar la naturaleza para crear “homogeneidad” que solo se sostiene mediante convenciones, sangrientas, cuando pierden sus apoyos.
Por ello, me rindo a Evo y a Bolivia por, seguir su camino, muy a pesar de la bien intencionada y mezquina U.E o las todopoderosas y repartidoras de riqueza multinacionales. Esperemos que no se pervierta.
Solución de la que gobiernos, como los europeos y demás grupos de poder, no quieren ni oír hablar.
Los primeros, los gobiernos, por la sencilla razón de que, como defensores del neo-liberalismo genocida de la globalización, es más rápido y barato traer mano de obra de allende los mares, de las viejas colonias, que fomentar la natalidad de sus gobernados o mejorar las condiciones de trabajo en los que esos inmigrantes vienen a romperse los dientes (si no, algo peor).
Los otros, los peores, los que viven de la miseria de los inmigrantes: Las ONG´s, La Iglesia, Fundaciones, etc. Esas cucarachas que se nutren del drama que es la inmigración.
La integración es imposible en un sistema liberal, como la solidaridad y demás convenciones antinaturales. ¿Por qué?. Porque dependen de algo tan inhumano como es la economía.
Mientras la masa está feliz es fácilmente influenciable. Rápidamente se vuelve solidaria, alegre, multicultural, integradora y demás falacias de la globalización... en vano. Las diferencias existen, lo natural es diverso. Pero cuando se le ven las orejas al lobooo... Cuando el humano siente inseguridad, es capaz de vender hasta su más preciado bien: la libertad, por no hablar de la del otro..
Mientras las cosas marchan bien, hay franceses, cuando las cosas se tuercen surgen la tercera generación de inmigrantes de distinto grupo étnico-cultural. La diferencia existe y la integración es un espejismo, eso si, barato y bien sonante. La felicidad es tan buena que convierte al trabajador en un burgués capaz de votar a partidos de derechas e incluso de darle la mayoría absoluta.
Mientras las cosas van bien, todo el mundo olvida lo que es. Cuando las cosas van mal, surgen las diferencias que la convención no puede ocultar. El trabajador vuelve a estar en paro o a cobrar una miseria, el francés vuelve a ser lo que era, un inmigrante. Porque esa felicidad utópica que muestra el sistema la ha creado el mismo, para su protección y cuando el sistema tiembla, no pude mantener el espejismo. Por los agujeros se escapa el aire. Cuando la riqueza a repartir es escasa “tu” no eres más que un inmigrante y “tu” no eres más que un obrero.
El futuro está en el reconocimiento de la diversidad y el derecho a la identidad, no en el genocidio de la globalización. El futuro está en el RESPETO a esa diferencia. No en tergiversar la naturaleza para crear “homogeneidad” que solo se sostiene mediante convenciones, sangrientas, cuando pierden sus apoyos.
Por ello, me rindo a Evo y a Bolivia por, seguir su camino, muy a pesar de la bien intencionada y mezquina U.E o las todopoderosas y repartidoras de riqueza multinacionales. Esperemos que no se pervierta.
1 comentario:
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