El bueno de Cremusito

No hace muchos años, en una bella ciudad de la comunidad autónoma de Fortificación y Felino vivía un señor al que le gustaban mucho los jardines. Le encantaba pasear por entre la hierba, humeda por la lluvia, y las rosas, acostarse entre las margaritas y tostarse al sol con la luz que pasaba a traves de los geranios. Cremusito, que así se llamaba nuestro apuesto e inteligente protagonista, adoraba el florecer y el trino de los pájaros, casi tanto que encontraba placer sexual retozando entre tanta naturaleza.

Pero por desgracia, un año, debido a un cambio climatico provocado por el bajo nivel de oraciones hacia los dioses, la primavera se adelantó. Las pobres florecitas, trastornadas por este hecho, se pusieron a fabricar polen rápidamente. Pero algo había cambiado en esos granitos de polen. En vez de servir para reproducirse asexualmente, se pegaban a las mucosidades y las hacían inflamarse.

El pobre de Cremusito corrió la misma suerte que miles de millones de trillones de personas: el polen atrapado en su nariz le hizo empezar a estornudar, hasta que un día el estornudo fue tan grande que le explotó la cabeza. Con la de inconveniencias que tiene en estos días que te explote la cabeza, Cremusito prefirio morir.

Habiendose llevado a cabo el malefico plan de las plantas, ahora el mundo se hallaba encharcado de cadáveres de animales, que bien las servirían de mantillo.

-Fin-