sábado, abril 29, 2006

En el patio de geranios

Refrescándose en la fuente está la moza. Dice que es para seguir el ritmo de la lectura, yo creo que es para llamar mi atención. Lo se, porque a continuación me dices que qué interesante está el libro que estas leyendo. Me da igual, me da exactamente igual, y lo sabes.


Sabías que te miraría, sabías que me quedaría embobado mirando tus ojos de luna. Sabes que no hago caso de lo que me dices, que solo miro como mueves esos labios de miel. Y sonríes, porque sabes que soy tonto, que soy todo tuyo, que me muevo al ritmo de un compás marcado por tus caderas, por tu aliento en mi barbilla, por tus besos en mi pecho.


El patio esta rojo, de lindos geranios que acarician el sol. La cigarra canta nuestra canción. El fresco de la hierba me trae tu perfume ¡Oh arrebatadora de almas! Y en las paredes encaladas se queda mi sombra marcada, por mi desdicha, porque cuando, después de abierto el deseo, intento alcanzarte y desapareces, ¡maldito reflejo!

1 comentario:

Anónimo dijo...

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