domingo, marzo 22, 2009

¡Construyamos el cielo!

Y dijo Janum, rodeado de zarzas: hay hijo, hijo bendito, en esa santa Jerusalén. Que Dios te vendiga, en estos pastos. Rodeados de maleza, no hay cordero que paste. Pues es triste que hombre que no ame, Dios mediante, durante rezos, el egoismo le gane. ¡Construyamos el cielo! Llenemos de agua y cieno estas tierras. Que todomedre, que la vida permaneza. Pues no hay acero que permita que un brote surja del desierto, que solo el Basileus, de su santa mano, deja que la hierba crezca.

No hay comentarios: