De las verdes praderas del norte,por las más claras aguas bajan,
caballeros de buen porte,
que con sus gestas a las damas agradan.
Por un caminito oscuro y sombrío,
luciendo blanca armadura
a los pájaros alegre saluda,
un gentilhombre de amable gesto en la cara.
Alegre muchachita de fino pecho,
que junto al rio con nenúfares se lava,
fijose con dulzura en tal hombre,
y de pasión roja se le puso la cara.
Entablaron juntos conversación,
mientras los pies en el agua se remojaban,
se rieron y gustaron tanto,
que tumbados en la yerba acabaran.
«No me digas muchachita, que desta yerba,
florecen hasta las más marchitas plantas.
Que donde hubo arena, rica turba mana,
que todo lo caido, tamaño gana».
Y así rozaron y retozaron juntos,
el caballero y la dama,
Y sólo la puesta de sol y sus gritones padres,
aquel dulce placer destar tumbados robaran.
2 comentarios:
Como siempre Protion,fantastico, la verdad k cada dia me gusta mas como escribes.Sigue deleitandonos con historias como esta, k nos dejan entrever pequeñas muestras de tu talento.
Un beso Ct
Hoy he terminado El decamerón. Ya podría tener cien mil cuentos más. ¡Qué delicia de libro! Miedo me da no poder volverme a perder por aquellos parajes italianos, tumbado en el cesped mientras aquellos muchachos cuentan sus cuentos, cantas sus canciones y bailan con coronas de florecillas.
Pero es lo bonito de los cuentos, que algo se queda y de algo se podrá hablar.
Que no me abandone la imaginación mi querida CT para poder arrancarte una sonrisa.
¡Besos!
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