viernes, julio 27, 2007

El microondas, aparato del mal.

Leo con auténtico temor este artículo del Dr. Fronkonstein (nada que ver con el Dr. Frankenstein) sobre los peligros de los microondas en la vida diaria. De momento, yo ya me he desecho del que había en mi casa.

«Diez años de experimentos en laboratorio me han dado la suficiente certeza de que nos encontramos ante la prueba definitiva de un dispositivo, no ya perjudicial para el cuerpo sino para la mente también. El uso de microondas, a pesar de que la llamada ciencia oficial lo niegue, lleva casi un siglo dando terribles consecuencias en los seres humanos y otros animales.

Mi estudio empezó centrándose en los delfines de Sumatra, allá en los 60. Con la llegada de científicos coreanos comenzaron a darse casos de ataques de delfines a población humana sin causa aparente. Durante mi viaje apenas pude recopilar datos puesto que los ecologistas me impidieron hacer las biopsias necesarias en un oscuro intento por encubrir la verdad. Por suerte las pruebas neuronales que cogí fueron suficientes y vi que algo fallaba.

Olvidé el tema debido a problemas familiares durante ocho años hasta que llegaron a mi noticias de como Europa caía en manos del comunismo. Observé como los líderes de estas manifestaciones portaban extraños altavoces. El diseño me era muy familiar, puesto que un colega mio me contó como en la extinta Unión soviética los comisarios políticos usaban extrañas frecuencias de radio para el control mental militar. Por fin, y con las pruebas suficientes pude avisar a los franceses que retiraron los altavoces de las calles y todo volvió a la normalidad.

Pero esto me costó muy caro, ahora el mundo occidental conocía esta tecnología y no tardó mucho en caer en manos de los "lobbies" masónicos y judíos estadounidenses. Acoplado el avanzado emisor de microondas a los grandes y pesados hornos estadounidenses, presidentes de este país como Johnson lo utilizaron con las masas críticas jóvenes para su alienamiento mental. La época llamada hipie no es más que el recalentamiento neuronal producido por las ondas de radio cortas.

Se sabe que el ejército sionista de Israel utilizó esta tecnología en la guerra del Yonki-pur con efectos asombrosos y actualmente la sigue utilizando para fomentar la enajenación de los palestinos.

Actualmente el uso de microondas se está extendiendo por todos los países con extrema facilidad, lo cual me hace temer que las consecuencias a nivel planetario pueden ser nefastas. el hedonismo, el anticristianismo y el auge de movimientos ecológicos me hacen sospechar que estamos ante una nueva etapa de terror de manos de los continuadores del nacionalsocialismo, los cuales no tenían ningún reparo en utilizar la tecnología para producir el mal.»

1 comentario:

Anónimo dijo...

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